lunes, 4 de enero de 2010

LEGALIZACION Y CONTROL DE LAS DROGAS EN EL MUNDO

La legalizacion y control de las drogas en el mundo, es un tema que ha venido tocandose timidamente desde hace mas de vente años.
Son muchos los que se oponen a la legalizacion y control de la misma, sin tener ningun argumento , solo diden NO por decir NO.

Hay que tener conciencia y saber hasta donde ha llegado el trafico y consumo de drogas y la perdida guerra contra el narcotrafico, para tener una evaluacion objetiva y critica sobre el tema de la LEGALIZACION Y CONTROL DE LAS DROGAS .

La guerra contra el narcotrafico es una guerra perdida, porque el narcotrafico ha llegado hasta donde ha querido, y es imposible ganar esta guerra por la gran cantidad de dinero que mueve esta gran empresa. al mover mas de U$ 64,000 millones al año tiene la facilidad de penetrar a cualquier esfera de poder ,ya sea instituciones militares, politicas , y sociales.
Hemos visto con frecuencia en nuestros paises, la gran complicidad que reina, entre los capos y las autoridades que estan para luchar en contra de dicho flagelo.
Vemos como las autoridades se lucran y atesoran gran riqueza , se financian campañas politicas , invierten en infraextruturas , y los agentes se hacen de gran fortuna al unirse al gran negocio.
Hay que tener en cuenta que los EE:UU perdio la guerra en contra del trafico de wisky y ya sabemos lo que sucedio.

Hoy mas que nunca urge la legalizacion y control de estas sustancia, ya que ha sido mucha la muerte, los secuestro y las ejecuciones, de parte de los CARTELES, CAPOS Y AUTORIDADES.
La sociedad no resiste mas .

La mejor manera de combatir realmente este mal, es aceptando y aprendiendo a vivir con el.

Razones por la cual creemos que la legalizacion y control es la mejor manera, ya que la suspuesta lucha contra el narco trafico ha fracasado.

Con la legalizacion y control de las drogas:

se eliminarian los

CARTELES = secuestro , ejecuciones, tumbes, muertes y complicidad de las autoridades.
LOS CAPOS = secuestro , ejecuciones, tumbes. muertes y complicidad de las autoridades.
EL TRAFICO ILEGAL =secuestro , ejecuciones,tumbes, muertes y complicidad de las autoridades.
LOS PUNTOS = secuestro , ejecuciones, tumbes , muertes, asceso directo incontrolado de niños y niñas al consumo de estas sustancias y complicidad de las autoridades.

Los carteles desaparecerian y los empresarios exportadores de estas sustancias ofertarian un producto con menos quimicos , ya que en la actualidad las drogas en su elaboración se incorporan elementos químicos altamente tóxicos, entre otros, cal, amoníaco, nafta, ácido sulfúrico, acetona, éter y ácido hidroclorhídrico, hasta gasolina, y demas corte que le hacen por cada manos que pasa la sustancia hasta llegar al consumidor final ,la inhalación continua produce una inflamación en la mucosa nasal que deriva en ulceraciones y perforación del tabique. y

Los capos y el trafico ilegal ya no tendrian razon de ser, ya que serian los importadores de estas sustancia, que tendrian a su cargo dicha labor.

Los tantos puntos a los que tantos niños niñas y adolecentes tienen asceso sin que nadie pueda impedirlo ya no existirian , ya que el estado seria garante de controlar el uso de esta sustancia, a cada adicto, llegando asi a controlar tanto la cantidad de adicto que hay y la cantidad que deberia consumir, atraves por ej. una targeta electronica personal, de esta manera se prodria disminuir la dosis gradualmente al adicto y lograr regenerarlo llevando el consumo de cada adicto a una cantidad minima.

Se podrian adoptar medidas certera en base al control y de las estadisticas, que ciertamente
se conoceran, almomento de tomar el total control de estas sustancias que tanto daños ha hecho, hace y seguira haciendo , hasta que los gobiernos del mundo decidan dejar de lucrarse con el mayor negocio del mundo.

Basta ya de seguir engañando a la sociedad con la falsa lucha en contra del narco trafico.
El narco negocio que ha hecho rico ha miles que deberian contrarestarlo.

sábado, 2 de enero de 2010

URGE LA LEGALIZACION DE LAS DROGAS, EN REPUBLICA DOMINICANA Y EN EL MUNDO.

PUBLICACION DE *THE ECONOMIST*
21 DE ENERO DE 1989 .

enlace de la pagina de origen, al final ..



From the archive
Hooked on just saying no
Jan 21st 1989
From The Economist print edition
Minimising the evil of drugs means learning to live with them, legally

MR WILLIAM BENNETT, newly appointed as President Bush's "drug tsar", once suggested that the campaign he now heads was a war that America is losing. He was right. The lost battles bring personal disaster to many Americans and menace civil peace in some of its big cities. Moreover, the defeat is a calamity for several poor countries, some virtually in thrall to drug barons.

A United Nations conference last month threw its moral, but otherwise non-existent, weight behind the Americans in their fight against drugs. Yet even if the weight were there, the solution would still be missing.
The trouble in the present war against drugs is that the main weapon chiefly hurts its wielders. America's Prohibition of alcohol failed in 1919-33, while richly rewarding gangs of suppliers. When Prohibition ended, some of those bootleggers became law-abiding brewers and distillers. But the lesson of Prohibition enabled those mafiosi who had learnt it to grow much richer: prohibited drugs could yield even bigger profits than prohibited alcohol.
Their cartels now control tax-exempt networks which multiply by thousands the value of simple raw materials, so profitably that they can suborn, intimidate or kill the servants of countries rich and poor.
Drug money helped to destroy Lebanon. It endangers post-Russian Afghanistan. The governments of Colombia and of Panama exist in its shadow. Americans, understandably, care more about crack in their schools and goons on their streets. Those problems spring from the same polluted well. The United States is by far the largest market for drugs. The market is efficient: supply has risen, competition (the goons) is intensifying, prices are falling, consumption rising. Prohibition fails because the reward for evading it is so big.
Seek control, not suppression

Men and (rather fewer) women have since the start of recorded time put enemies in their mouths to steal away their brains. Two main drugs are common in western societies: tobacco and alcohol. Wise rulers seek to limit the damage, not to ban them. Governments insist that the makers tell the public how bad for them the stuff is, restrict advertising, increase taxes, regulate sales. These policies work. Warned, people are getting wiser, smoking less, drinking more prudently. Most people who kill themselves with tobacco or booze do so knowing the risks; many more enjoy these drugs in moderation.

Eighteenth-century Britain was corrupted by cheap bad gin in its new big cities. The government then started controls on the quality of alcoholic drinks, licensing of outlets and taxation to divert demand to less harmful intoxicants. British drunkenness has since been a nuisance, not a scourge.
Today's three main illegal drugs are marijuana, cocaine and heroin. They are grouped together, and set apart from tobacco and alcohol, not because they are similar but because they are illegal. This makes them needlessly attractive to the rebellious young, and needlessly frightening to the law-abiding, who should be more scared of the gangsters who run the trade than of the drugs themselves.
Marijuana and its concentrated form, hashish, make you drowsy. They are intoxicating like alcohol, can damage the lungs like tobacco, and are less addictive than either, as tens of millions of Americans know from experience. By calling them illegal the United States wastes millions vainly trying to suppress the trade, and forgoes billions in taxes upon a crop that may now be second in value only to wheat.
Cocaine, which makes fools feel clever, has gone downmarket as it gets cheaper and its bad effects on the nose and heart become known. Like alcohol, it hooks some of those who try it, especially in the cheap-and-nasty adulterated form called crack. A sensible policy would tax it more stiffly, and restrict its sales outlets more tightly, than its main competitors, just as spirits are controlled and taxed more than beer.
Heroin is much more dangerous. It delights and obsesses many of those who try it, making them addicts. Present policy tempts them to pay for their supply either by mugging innocents or by becoming proselytising suppliers themselves. Heroin's victims need doctors, but the law puts them in the hands of gangsters; by calling them criminals it deters them from seeking treatment, so spreads the evil it was meant to contain.
Prohibition cruelly compounds the problems it was meant to solve. So end it. Legalise, control, discourage: those are the weapons for Mr Bennett's war.


TRADUCCION AL ESPAÑOL , ATRAVEZ DEL TRADUCTOR DE GOOGLE .






*INTERESADISIMO O ENGANCHADO EN SOLO DECIR NO*

21 de enero 1989
De la edición impresa de The Economist
Reducir al mínimo el mal de las drogas significa aprender a vivir con ellos, legalmente



Sr. William Bennett, el recién nombrado zar "del Presidente Bush de drogas", sugirió una vez que la campaña se dirige ahora fue una guerra que Estados Unidos está perdiendo. Él tenía razón. Las batallas perdidas provocar un desastre personal para muchos estadounidenses y amenaza la paz civil en algunos de sus grandes ciudades. Por otra parte, la derrota es una calamidad para varios países pobres, algunos prácticamente en esclavos de los barones de la droga.

Una conferencia de las Naciones Unidas el mes pasado lanzó su moral, pero por lo demás inexistente, el peso detrás de los estadounidenses en su lucha contra las drogas. Sin embargo, incluso si el peso estaban allí, la solución seguiría siendo desaparecidos. El problema en la actual guerra contra las drogas es que el arma principal de los jugadores con sus heridas, principalmente.
Prohibición de alcohol de los Estados Unidos fracasó en 1919-33, mientras que las bandas muy gratificantes de los proveedores. Cuando terminó la prohibición, algunos de los contrabandistas se convirtió en ley, los fabricantes de cerveza y respetuosa de los destiladores. Pero la lección de la prohibición, permitió a los mafiosos que habían aprendido a crecer mucho más rico: las drogas prohibidas podría generar beneficios aún más grande que el alcohol prohibido. Sus carteles ahora controlan las redes de exención de impuestos que se multiplican por miles el valor de simples materias primas, por lo rentable que puede sobornar, intimidar o matar a los funcionarios de los países ricos y pobres.
Dinero de la droga ayudó a destruir el Líbano. Pone en peligro después de Rusia Afganistán. Los gobiernos de Colombia y de Panamá existen en su sombra. Estadounidenses, comprensiblemente, la atención de más de crack en sus escuelas y matones en las calles. Los problemas surgen de un mismo pozo contaminado.
Los Estados Unidos es, con diferencia el mayor mercado de drogas. El mercado es eficiente: la oferta ha aumentado, la competencia (los gorilas) se intensifica, los precios están bajando, el aumento del consumo. Prohibición de error porque el premio por evadir es tan grande. Buscan el control, no por la represión Los hombres y (bastantes menos) las mujeres tienen desde el inicio del tiempo registrado enemigos poner en sus bocas para escabullirse de sus cerebros.

Dos principales drogas son comunes en las sociedades occidentales: el tabaco y el alcohol. Sabios gobernantes tratan de limitar el daño, no su prohibición. Los gobiernos insisten en que los encargados de decirle al público lo malo para ellos, la materia es, restringir la publicidad, aumentar los impuestos, regular las ventas. Estas políticas de trabajo. Advirtió que la gente recibe más sabio, fumar menos, beber más prudencia. La mayoría de las personas que se matan con el tabaco o al alcohol hacerlo sabiendo los riesgos, muchos más disfrutan de estas drogas con moderación.
Gran Bretaña del siglo XVIII fue corrompido por la ginebra mala económicos en sus nuevas ciudades grandes. El gobierno entonces comenzó los controles sobre la calidad de las bebidas alcohólicas, las licencias de puntos de venta y de los impuestos para desviar la demanda de estupefacientes menos nocivos. Embriaguez británico ha sido un estorbo, no una plaga.

Tres en la actualidad de las principales drogas ilegales son la marihuana, la cocaína y la heroína. Están agrupados, y separado de tabaco y alcohol, no porque son similares, sino porque son ilegales. Esto hace que sean innecesariamente atractivos para los jóvenes rebeldes, y asustar a los cumplidores de la ley, que deberían ser más miedo a los gángsteres que manejan el comercio de las drogas que ellos mismos.
La marihuana y su forma concentrada, hachís, le produce somnolencia. Son embriagador como el alcohol, puede dañar los pulmones como el tabaco, y es menos adictiva que sea, ya que decenas de millones de estadounidenses saben por experiencia.
Al llamarlos ilegales de los Estados Unidos residuos millones tratando en vano de reprimir el comercio, y renuncie a miles de millones en impuestos sobre un cultivo que puede ser ahora segundo en valor sólo al trigo.
La cocaína, que le hace sentir tontos inteligentes, se ha ido downmarket, ya que se vuelve más barato y sus efectos negativos en la nariz y el corazón se conoce. Como el alcohol, que algunos de los ganchos de los que tratan, sobre todo en el precio-y-forma adulterada desagradable llamada crack. Una política fiscal razonable sería más rígido, y restringir sus puntos de venta con más fuerza, que sus principales competidores, al igual que los espíritus son controladas y sujetas a impuestos más que la cerveza.

La heroína es mucho más peligroso. Se deleita y obsesiona muchos de los que probarlo, lo que los adictos. La política actual tienta a pagar por su suministro, ya sea por robo o inocentes al convertirse en proveedores de proselitismo a sí mismos. Víctimas de la heroína necesitan médicos, pero la ley pone en manos de los gangsters, llamándolos delincuentes que los disuade de buscar tratamiento, de modo que se propaga el mal que estaba destinado a contener. Prohibición cruelmente agrava los problemas que pretendía resolver.

Así que acabar con ella. Legalizar, controlar, disuadir: esas son las armas para la guerra del Sr. Bennett.



enlace de la pagina de origen.

http://www.economist.com/opinion/displaystory.cfm?story_id=13251312